FriKomentarios: enero 2007

SINOPSIS

Febrero 1945. Una de las batallas más sangrientas de la guerra se llevó a cabo en la isla de Iwo Jima en donde culminó con algo que se convirtió en una imagen histórica: cinco Marinos y un Naval elevaron la bandera Estadounidense en el monte Suribachi. La fotografía fue capturada en el momento exacto, y a partir de ahí, los seis estadounidenses pasaron a la historia como héroes, la mayoría de ellos murieron poco después y nunca se enteraron de que gracias a este hecho fueron inmortalizados. Los sobrevivientes, nunca tuvieron interés en convertirse en símbolos nacionales.

Gracias a la cortesía de Prodigy MSN, el jueves pasado asistí, en compañía de mi esposa y un par de amigos, a la premier de La Conquista del Honor (Flags Of Our Fathers, Clint Eastwood, 2006) y debo decir que es una película apabullante.

Algo que en verdad me gustó fue el uso del sonido para ambientar las escenas bélicas; la miríada de explosiones se percibe casi como si uno estuviera inmerso en la batalla, sólo faltaría el recurso del olor a pólvora, mar y azufre, para completar esta experiencia sensorial tan vívida. Clint Eastwood, como es usual, saca provecho de una historia digna de contarse, cuyos personajes cuadran perfectamente con la mirada humanista que caracteriza al director. Así, los jóvenes soldados denotan la desesperanza y angustia de una tragedia que sólo puede vivirse en el frente de batalla.

Muchas personas pueden encasillarla equivocadamente en la categoría de película de guerra, haciendo juicios a priori acerca de la repulsa que se tiene acerca del heroísmo gringo; no obstante, la cinta es todo lo contrario. Se trata de una crítica a los afanes belicistas que anteponen los caprichos de los políticos al anhelo de paz de la gente común. Otro error de apreciación lo constituye la preferencia hacia las escenas altas, en vez de los momentos de introspección de los personajes hacia el final de la cinta. Hecha esta advertencia, dispóngase el espectador a disfrutar de una película honesta, donde el mensaje tiene más que ver con los valores simples y trascendentes de la amistad y fraternidad que con una apología de la guerra.