4.21.2006

Descenso

El cine de horror/terror llegó por su enésimo aire. Como uno de los géneros más vilipediados-amados por el respetable, ofrece una producción cuantiosa desde los diversos puntos del planeta donde se sigue realizando. A sazón del éxito del cine oriental en su propio terreno y en europa y américa -donde los fantasmas son vengativos, ogts, de greña larga y siempre mujeres-, la fábrica de sueños importó a algunos creadores nipones para hacer refritos que erizen los pelos y hagan "cagar del susto" a más de uno. Los resultados son más bien dispares y la balanza se inclina naturalmente hacia el lado de las malas imitaciones y de los ridículos apabullantes. Cuando clásicos de los años 70, 80, 90 aparecen ya demasiado lejanos y en algunos casos pueriles, la producción global del lustro pasado apuesta por la reelaboración, el homenaje, la referencia o el vil fusil.

El público cautivo para este tipo de realizaciones es el que todo se traga: el adolescente. Sin embargo, hay una fracción de cinéfilos y críticos que ven más allá del mero desmadre y rescatan los apuntes críticos o divertidos que de un "redepente" brillan en algunas "obras".

Aquí entramos en el predecible debate entre freaks, críticos y público/masa, que ensalzan, destrozan, inmortalizan lo q les venga en gana. Por supuesto, las opiniones siempre, en todo terreno, corren en todas direcciones.

Aviento una piedrilla: ¿es posible que exista algún realizador que trascienda la bobería, la ñoñería y la mediocridad y que se dedique a crear un trabajo respetuoso para el género y para el espectador?

Personalmente aún no lo conozco (estamos hablando del género de terror/horror, of course), pues cuando una idea brilla por ahí, es apagada inmediatamente por boberías y clichés.

Sólo comentar brevemente la cinta The Descent, UK, (2005) de Neil Marshall, quien con un poco de experiencia como escritor, editor y director de cine y televisión, ofrece una película con buenas intenciones (cabe aclarar que para ver un filme de terror se debe aceptar que es fantasía y no pedirle peras al olmo), pero que naufraga entre los clichés y los fusiles. Principalmente me viene a la mente la excelente Brasil de Terry Gilliam; y espero no estar contando de más, para quien aún no la ve y desea hacerlo.

El argumento es sencillo: 6 amigas amantes de las emociones fuertes y los deportes de alto riesgo emprenden el descenso a una caverna donde !que creen! ... quedan atrapadas y son cazadas por criaturas habitantes de la oscuridad... todo esto mientras su "amistad" va sufriendo más descalabros que ellas mismas...

Tons aqui esto aparece como un guión digno del realizador más chafa... peeeeero... el naufragio no arroja pérdida total, pues con algunas buenas secuencias de acción y gore (q es cada vez más común en las pantallas), salva con algo de dignidad su honor y da entretenimiento, que hoy día, debe ser la mínima exigencia para sentarse a ver un película. Cabe destacar sobre todo las secuencias de los pasadizos estrechos donde la claustrofobia se huele y se saborea. Y reiterando: el fusil a la resolución final estilo Brasil, poniendonos exigentes, apesta.

¿Caeremos en el cliché de decir: "nadie es perfecto"? Creo que sí.